La demanda energética de Chile plantea uno de los mayores desafíos de sustentabilidad de nuestro tiempo. El sector energético nacional fue responsable del 77% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2018, una cifra que evidencia la urgencia de transformar nuestro modelo energético.
Los compromisos internacionales asumidos en la COP 26 nos exigen alcanzar neutralidad de carbono al 2050, estableciendo como meta intermedia que al menos el 80% de la energía para generación eléctrica provenga de fuentes renovables al 2030.
Ante ello, como empresa, creemos que la sostenibilidad es parte de nuestra responsabilidad. Por eso impulsamos el Proyecto de Gestión Energética para Sistemas de Almacenamiento, liderado por Matías Canales, jefe de Transformación Digital de I+D.
Esta iniciativa, adjudicada como proyecto Corfo en diciembre de 2023, busca superar las barreras técnicas y económicas para ampliar el uso de energías renovables en Chile, mediante el desarrollo de un innovador modelo de gestión para sistemas de generación, almacenamiento y consumo energético (prosumo), optimizando el uso de baterías de litio como componentes clave para una transición energética eficiente.

Entendiendo que las baterías son el corazón de los sistemas basados en energías renovables, podemos usar esta inteligencia para prevenir que estas se degraden de forma prematura, al predecir condiciones dañinas para ellas en la operación, manteniendo su eficiencia, haciéndolos más duraderos y estables.
Matías Canales | Jefe de Transformación Digital I+D Sigm
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN
Mientras el debate global cuestiona el elevado consumo energético de los grandes modelos de inteligencia artificial, Sigma ha invertido la ecuación. Nuestro proyecto utiliza precisamente la IA como herramienta fundamental para la sostenibilidad energética, prediciendo con base en datos reales cómo cada decisión operativa afecta la vida útil de las baterías.
“El desafío principal es lograr obtener un modelo que permita predecir la degradación con un alto grado de precisión, y en segundo lugar, desarrollar un sistema de gestión energética que sea interoperable a nivel de mercado”, detalla Canales.
ESTADO ACTUAL Y POTENCIAL
El proyecto se encuentra en su fase inicial de adquisición de datos operativos para caracterizar la degradación de las baterías en uso real, contando ya con una planta solar de prueba, sistemas de almacenamiento y un laboratorio especializado.
Aunque inicialmente orientado a pequeños medios de generación distribuida, su principal ventaja es la escalabilidad: puede implementarse en cualquier sistema que utilice baterías de iones de litio, ya sea en entornos residenciales, comerciales o industriales.

IMPACTO Y PROYECCIÓN
Esta iniciativa refleja el compromiso de Sigma con una responsabilidad empresarial que trasciende lo comercial, basada en dos pilares clave de nuestra responsabilidad social, según destaca Matías.
El proceso mundial de transición a energías renovables y el manejo de residuos industriales con la posibilidad de dar segunda vida a estos dentro del marco de la economía circular”.
